Recientemente, el equipo del robot Perseverance de la NASA hizo un anuncio intrigante sobre unas peculiares «manchas de leopardo» encontradas en una roca marciana. Estas estructuras, detectadas en una formación conocida como Cheyava Falls, han sido inicialmente interpretadas como posibles bioestructuras, lo que sugiere indicios de vida microbiana pasada en el planeta rojo. No obstante, un análisis más detallado plantea que estas manchas podrían ser el resultado de simples reacciones químicas en un entorno acuoso, sin necesidad de vida.
Descubrimiento y Análisis
El 25 de julio, EL MUNDO reportó que el equipo de Perseverance descubrió manchas inusuales en una roca marciana, que fueron interpretadas como «bioestructuras potenciales». Perseverance, el rover de la NASA dedicado a la exploración de Marte, lleva tres años y medio realizando investigaciones en el planeta, recogiendo muestras y buscando signos de vida. Este hallazgo recuerda al descubrimiento previo de moléculas orgánicas en el cráter Jezero, que también se discutió como posible evidencia de vida microbiana, pero que requirió más análisis para confirmar su origen biológico.
La Roca Cheyava Falls

El análisis de la roca Cheyava Falls, de aproximadamente 1 por 0,6 metros, revela vetas blancas de sulfato de calcio y bandas rojizas posiblemente de hematita. Dentro de estas bandas se encuentran manchas irregulares de color claro rodeadas por un contorno oscuro, reminiscentes de las manchas de un leopardo. Las imágenes tomadas por Perseverance muestran que estas manchas no son meramente superficiales, sino que se extienden en profundidad, lo que indica que son estructuras tridimensionales.
Posibles Explicaciones
Las manchas podrían ser el resultado de reacciones químicas en el agua. En la Tierra, las manchas similares en rocas con hematita son causadas por cambios en el color del mineral debido a reacciones químicas. La hematita, al interactuar con el agua, puede pasar de un color rojo a un tono más blanquecino, y estos procesos podrían haber ocurrido en Marte durante el período en que el agua fluía por la región.
Aunque en la Tierra estas reacciones químicas a menudo están asociadas con la vida microbiana, no es necesario que haya vida para que se formen estructuras similares. Las condiciones marcianas, incluyendo el posible flujo de agua, podrían haber producido estas manchas a través de procesos puramente químicos.
Investigación Futuro
El equipo de Perseverance también identificó cristales de olivino, un mineral que se forma a partir del magma, en la roca. La presencia de estos cristales plantea interrogantes sobre cómo fueron introducidos en la roca por el antiguo río y si las condiciones podrían haber favorecido la formación de las manchas.
Para obtener respuestas definitivas, se necesita un análisis más detallado que los equipos actuales del rover pueden proporcionar. La NASA, en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA), está desarrollando el proyecto Mars Sample Return (MSR), que tiene como objetivo traer muestras de Marte a la Tierra para un análisis más exhaustivo. Sin embargo, este proyecto enfrenta desafíos significativos, con un costo estimado de 13 mil millones de dólares y una fecha de posible entrega en torno a 2030, aunque este cronograma podría extenderse si no se asegura el presupuesto adicional.
Mientras tanto, China también está trabajando en un proyecto similar con un cronograma más ajustado, planeando el retorno de muestras entre 2030 y 2031. Esta competencia impulsa a la NASA y la ESA a revisar y optimizar el diseño del proyecto MSR para mantenerse competitivos en el campo de la exploración planetaria.
El descubrimiento de las manchas de leopardo en Marte plantea preguntas fascinantes sobre la posible existencia de vida en el pasado del planeta. Sin embargo, también resalta la necesidad de más investigaciones para confirmar su origen. La misión Mars Sample Return se presenta como una herramienta crucial para responder a estas preguntas y profundizar nuestra comprensión de Marte.